Viajes

Primer Helibrunnés

Descubriendo las gentes de mi nuevo hogar, me doy cuenta de que es un lugar con mezcla de personas, culturas y maneras de pensar…

¡Esa mezcla sólo puede dar un resultado positivo!, aunque a veces miren a mi Rollei de reojo…

Ayer aprendí que la mezcla es cultura, paseé por el centro que desprendía un aura diferente, discutí con mi compañero de viaje y cenamos algunos de los platos elegidos al azar por un camarero Helibrunnés que no dominaba al cien por cien el idioma local. ¡Así es Helibrunna!, perfecta e imperfecta al mismo tiempo.

En los primeros meses, van pasando los acontecimientos a toda velocidad; así que lo mejor es dejarse llevar.

Desde el Este de Helibrunna

Yo, Anaé, viviendo mi primera etapa en Helibrunna, descubriendo la ciudad: los blancos y los negros. Ella prefiere ver los blancos, sin embargo otros amigos, y también su compañero de viaje, se enfocan demasiado en los negros.

El Este de Helibrunna no es ni será perfecto, quizás lo fue antes de los bombardeos, pero siempre evoca esa nostalgia de ser el primer sitio desde donde empecé a descubrir esta ciudad. Esta ciudad con chimeneas que me recuerda a mi Egara catalana.

¿Qué nos deparará este nuevo camino que empezamos juntos? Giremos ligeramente a la izquierda y continuemos nuestro sinuoso sendero…

Tejado vegetal

Todo tejado que se precie, debe ser sólido y aguantar las tempestades, para evitar que entren frío, agua, nieve o incluso el calor del verano.

Nadie pensaría que un tejado vegetal haría la misma función que uno de obra y a veces hasta mejor. Lo importante es cómo se construye y adapta a la necesidad según el entorno. Las capas de paja utilizadas y su densidad, junto a la inclinación de la estructura, son de vital importancia para repeler agua y nieve.

El detalle de la foto, es de una de las casas tradicionales de Shirakawago en Japón.